Monday, May 22, 2006

Atiza

Bien, ahí estas, rodeado de una tremenda nada, intoxicado de ese vacío que te llena de asco, que te da naucias y convierte a todo lo que haces en vomitivo.

Ya tienes la lengua adormecida de maldecir lo que ves todos los días en el espejo. Te han dicho que puedes ser tu peor enemigo, pero si es algo que ya sabes, y cuando lo piensas con el mismo tono de consuelo de las 12 y 50 de la noche, solo se te revuelve el estomago de rabia. “Puedes ser tu peor enemigo”. Tienes en la cabeza cientos de cosas, como la loca idea de cambiar al mundo, lo ultimo, lo mas parecido a una mierda según tu inconsciente, sobre todo cuando se convierte en algo plano, en la rutina, la publicidad, la televisión, lo etéreo, colápsante y contradictorio. Lo peor dices, es estar inmerso en toda esa basura y creer que se esta bien, el conformismo de vivir atado a algo estupidamente sin sentido. Vivir la hipnosis de esta realidad es como sedar los días, permitir la ausencia de los sentidos.

Más de una vez has dudado, ¿Por qué no optar por una felicidad hueca?, que se es feliz al fin y al cabo, que esa liviandad adoptada despreocupa, aunque te vuelve infinitamente más simio.

Entonces algo te detiene, como el cosquilleo del vértigo cuando estas cayendo, el silencio incauto de tus monólogos, la imagen de tu sonrisa irónica, el reflejo de sentirte vivo. A diferencia de aquellas marionetas, te das cuenta que existes, que estas muriendo y que no estas muerto.

2 comments:

marisol said...

A veces el estar muriendo es el único recordatorio de estar vivo.

... said...

A veces...