Tuesday, September 27, 2005

Una pregunta



by Amnesia.

¿No es la vida cien veces demasiado breve para aburrirnos?

Friedrich Nietzsche



Wednesday, September 21, 2005

La Luz

Pocas veces se presentan tantas oportunidades, difícil percibirlas en lo que creemos noche, cuando jugamos un rato a ser ciegos, y otro tanto, entreabrimos los ojos para ver la luz.

Después de un buen tour y de no pensar en lo que hablaba, llego la noche, al llegar a casa tía alma dijo que se sentía mal, iría al doctor y regresaba en no más de una hora, mama dijo que la acompañaba. Pasaron tres horas y mama regreso diciendo que tía alma se quedaría en el hospital dado que en la mañana del siguiente día le harían unos estudios. Tormenta eléctrica en la noche, yo corro por la reflex y el tripie a tomar una de esas fotos que odia Odette (mi profe de foto) pero que solo por curiosidad siempre he querido tomar, buen momento para capturar un rayo (pienso), 10 segundos después comienza una tremenda lluvia, cuya consecuencia fue el no poder secuestrar aquella imagen en el lente.

20 Septiembre

Algo me alegraba hondamente, (como el tour y eso de en ocasiones no pensar en lo que hablo, además de otras tantas cosas que todavía no entiendo…) demasiadas razones, así que mas que un día, fue una consecuencia. No hablare por completo de lo que hice, pero diré que todo tuvo sentido. Al llegar a casa en la noche (de nuevo), baje del coche de un buen amigo para subir al carro de mama, quien minutos antes llamó para decir que habían operado de emergencia a tía alma, así que algo afligidos fuimos al hospital. Dos horas avanzaron en el reloj y una voz dijo que la doctora nos esperaba en el segundo piso. Al llegar hasta ella se suprimió la preocupación, todo había salido bien, mama se alegro, pero después clavo la vista sobre la doctora como por 23 segundos, pensando en algo que no tenia nada que ver con la operación y dijo: “la recuerdo me opero a mi también, el resultado esta aquí, frente a usted” (señalándome) , hace 21 años que no veía a quien me ayudo a llegar al mundo.

Después ella sonrío, un rostro completo de serenidad, ciertos doctores reflejan mucha paz, pero en ella había algo mas profundo, además de un olor que volvía ligero al aire que le rodeaba, me abrazo fuertemente, abrazo que gustoso correspondí.


Dado que venia de la escuela todavía cargaba mi mochila y en ella mi cámara, Tía Noemí que nos acompañaba, tomo la foto.

Finalmente Termine el día observando a la primera persona que mire cuando nací, aquella persona que no recordaba como otras cientos de cosas…

Monday, September 12, 2005

El muro


Cerca de casa hay un pasillo, que es usado solo en situaciones de verdadero apuro, ya que sirve como un buen atajo. Es un camino abandonado, mal oliente y lleno de baches que colinda con un preescolar, en conjunto forman una estampa desoladora.

Hace unos días pasaba por ahí, afortunadamente no era una situación de verdadero apuro, a medio camino me detuve, saque la cámara de la guantera y capture esta imagen que me dejo sorprendido.

Pienso que hay muchas caras para los robos, las de desesperación, las falsas, las fáciles, las enmascaradas, las que todavía no se me ocurren …

Friday, September 02, 2005

La pintura


Después del momento consecuente de pesadumbres, no ha sido hasta tres días después cuando mi mano me ha empezado a doler, de tal forma que siquiera he podido cerrar el puño. Con mi mano adolorida y con poca movilidad no me he dado cuenta de su gran utilidad hasta este momento. Ante todo me han surgido dos preguntas derivadas de una ceguera, creo yo, inventada por la cotidianidad.


¿Es siempre un poco de dolor, necesario para saborear el exquisito equilibrio con el que contamos?

O al contrario, ¿Un instante de felicidad es suficiente para después darnos cuenta que constantemente agonizamos?

Creo que no me he dado a entender y que las letras por fin me han ahogado este día.

El ave fénix que un día se le ocurrió inventarme

La que ven en la foto es la preciosura de mi madre, la veo como un ave fénix, no conozco nada que se haya repuesto a una adversidad como ella.

Puedo andar con los ojos cerrados de por vida y siempre reconocerla por su olor, ese que siempre ha tenido al regresar del trabajo.

Me ha contado historias desde chico, historias de ella misma, de lo que ha vivido, de lo que le han contado, de lo que se le ocurre, de las que te dejan con ideas en la cabeza, de las que por un momento en tu vida son inexorablemente profundas.

Indudablemente nunca ha podido adivinar lo que pienso, como lo postulaban mis creencias de niño, no obstante siempre ha sabido estar ahí (al menos para aclararme la idea de que una madre regularmente no puede adivinar lo que piensa su hijo).

He tenido una pelea con ella, la más fuerte, repentina e incontrolable, tanto que mi puño derecho ha golpeado la pared 5 veces tratando inútilmente que un poco de dolor físico sustituya algo que me destroza emocionalmente. Después de un rato todo se arregla como si aquel momento consecuente de pesadumbres, jamás hubiese ocurrido.